Cuáles son las razones por las cuales un hombre de 50 años o más decide reincidir en la paternidad, en lugar de prepararse para la abuelidad.
Los factores son variados y responden a diferentes motivaciones, entre los cuales están los siguientes:
- El incremento de las separaciones y divorcios y la tendencia a formar nuevos hogares posteriormente.
- La prolongación de la vida y de la expectativa de vida.
- Hombres que ya fueron padres y que intentan otra oportunidad con la nueva pareja, que muchas veces no tienen un hijo y lo desean.
- La búsqueda de realización personal, que es cada vez más importante.
Décadas atrás, el proyecto era armar una pareja para tener hijos; en estos tiempos de altas especializaciones y competencias, se trata de lograr un camino laboral más o menos consolidado antes de armar la familia, y esta situación socioeconómica requiere muchos más años de formación, de capacitaciones. Pienso que es una actitud madura ante las nuevas exigencias que influyen y determinan la programación de una familia.
Con este formato, muchas parejas admiten estar más tranquilas y con mejor disposición para recibir a un hijo, teniendo presente que su advenimiento significará tareas extras todos los días del año, así como responsabilidades ineludibles.
Algunos hombres que deciden tener un hijo a la edad que otros son abuelos buscan un rejuvenecimiento a través de un proyecto sumamente feliz, a la vez que exigente. Esto renueva a la pareja y estimula una vida de menor aislamiento.
Cumplir con los horarios de los niños, con los deportes, con sacarlos a pasear, propone una nueva dinámica a la vida cotidiana.
También deberá prepararse para que la confrontación generacional en la adolescencia de ese hijo sea posiblemente más intensa, debido a las diferencias generacionales y a cambios culturales que hay entre ellos; pero esos hijos tendrán el beneficio de padres que pueden disponer de más tiempo, serenidad, estabilidad y experiencia para enseñarle a estar en el mundo, en la vida.
Otro motivo por el cual algunas parejas actuales deciden tener un hijo en edad avanzada para lo que era costumbre es un mecanismo de compensación o de reparación de relaciones conflictivas que tienen con hijos previos, que nacieron tal vez en etapas de inmadurez emocional. Tienen mayor experiencia emocional y están más capacitados ahora para disfrutar de ese niño, y aunque el cuerpo presente una declinación natural, producto del paso del tiempo, lo más importante es la función paterna y no la paternidad tardía.
FUENTE | http://www.lavoz.com.ar/