La ciática es conocida por suponer un gran dolor, a veces insoportable y que puede llegar a inmovilizar a quien la padece. Un ejemplo es del golfista Tiger Woods, a quien el dolor ciático, producido por cirugías asociadas a hernias discales, dejó absolutamente fuera de juego.Este dolor se produce por la irritación del nervio ciático, que nace en la zona inferior de la columna y llega con sus ramificaciones nerviosas hasta los pies – es el nervio más largo del cuerpo humano-. De ahí que cuando éste esté presionado, o sea rozado por alguna vértebra el dolor pueda comenzar en la zona sacra, deslizarse por la pierna y llegar a las extremidades. Igual que hablamos de dolor, lo hacemos de molestia, hormigueo y sensación de entumecimiento.
Es una situación muy incómoda para el paciente y que hay que diagnosticar lo antes posible con extremo cuidado. En esta detección no sólo nos ayudarán las pruebas de imagen y la exploración, sino también que el paciente presente los siguientes antecedentes:
- Tener sublevaciones vertebrales, es decir, que una
- Tener un trabajo asociado al levantamiento de mucho peso o al mantenimiento de posturas antinaturales. De igual forma, haber realizado algún esfuerzo de este tipo recientemente.
- Haberle sido detectado un tumor de médula, lo que afecta al equilibrio estructural, además del daño interno.
- Padecer artritis o inflamación de las articulaciones.
- Padecer espondilolistesis, esto es, el desplazamiento de una vértebra sobre otra.
- Tener hernias discales o estenosis del canal lumbar, falta de espacio para las raíces nerviosas y la médula.
Lo primero que se suele recomendar en estos casos es evitar los esfuerzos, puesto que el movimiento brusco intensifica el dolor, sobre todo cuando nos inclinamos hacia delante. No es necesario reposo absoluto, y sí recomiendo la quiropráctica, que ayuda en los casos en los que se trata de corregir la postura de las vértebras, devolviéndolas a sus posición original. El tratamiento local inmediato que aconsejo es el hielo en caso de traumatismo, para bajar la inflamación. Se debe poner cuanto antes y repetir la operación cada tres o cuatro horas. ¡Cuidado con no quemarse!
Cuando hablamos de lesiones más graves como la hernia de disco, deben sopesarse las diferentes posibilidades médicas con el especialista. Mucho cuidado en el embarazo, situación en la que multiplica el riesgo de presión del nervio ciático, tanto por el peso que acarrea la mujer como por la pérdida del equilibrio original.