El problema es que empresas y trabajadores “se enteran de las consecuencias de la falta de ergonomía en sus vidas por los costos en baja de productividad, ausentismo y juicios laborales, en el caso de los empresarios, y en el deterioro de su calidad de vida en el caso de los empleados”
En la Argentina está vigente desde hace diez años un marco legal que apunta a lograr ámbitos laborales confortables, es prácticamente desconocido por empresas y trabajadores, algo que afecta de manera severa la productividad de las compañías y la salud de los empleados.En 2003, el Ministerio de Trabajo dictó la Resolución 295/03, que establece el marco legal vigente respecto de los factores de riesgo derivados de la “ergonomía” en el trabajo, disciplina que tiene su eje en la organización de las tareas dentro en las empresa.El problema es que empresas y trabajadores “se enteran de las consecuencias de la falta de ergonomía en sus vidas por los costos en baja de productividad, ausentismo y juicios laborales, en el caso de los empresarios, y en el deterioro de su calidad de vida en el caso de los empleados”.
Así lo señaló Sebastián Astorino, Gerente General de la consultora RiesgoLab, en declaraciones a la agencia Noticias Argentinas.El especialista destacó que un ambiente adecuado para el trabajo “aumenta la productividad y rendimiento de los empleados, reduce costos empresarios y genera un mayor grado de cumplimiento de leyes laborales”.Por ese motivo, recomendó a empleadores y trabajadores “prestar atención a las posturas forzadas, los movimientos repetitivos, la manipulación de cargas, las vibraciones, la carga térmica y los factores psicosociales”.
Este es el diálogo que NA mantuvo con Astorino: — ¿Cómo podría definir a la ergonomía laboral? Según la definición oficial adoptada por el Concejo de la Asociación Internacional de Ergonomía (IEA) en agosto de 2000, “la ergonomía es una disciplina científica de carácter multidisciplinar, que estudia las relaciones entre el hombre, la actividad que realiza y los elementos del sistema en que se halla inmerso, con la finalidad de disminuir las cargas físicas, mentales y psíquicas del individuo y de adecuar los productos, sistemas, puestos de trabajo y entornos a las características, limitaciones y necesidades de sus usuarios; buscando optimizar su eficacia, seguridad, confort y el rendimiento global del sistema”. En palabras simples, la ergonomía laboral se encarga de adecuar esa herramienta, puesto de trabajo, máquina u organización de las tareas, en función de las características del trabajador. Muchos confunden el concepto de ergonomía con la simplicidad de lo confortable o cómodo, y suele manifestarse en el imaginario de los empresarios el prejuicio de que el ergónomo solo se ocupará de hacer que sus trabajadores estén mas cómodos y no se cansen. Pero esta disciplina es, además, la que aumenta la productividad y rendimiento de los empleados, reduce costos al disminuir los índices de ausentismo y rotación externa y los litigios y multas por siniestros, genera un mayor grado de cumplimiento de leyes laborales, y mejora los estándares de calidad. — ¿Existe en la Argentina un marco regulatorio apropiado para esta disciplina? Efectivamente, la Resolución 295/03 en su Anexo I, establece el marco legal vigente respecto de los factores de riesgo derivados de la ergonomía en el trabajo. Esta medida establece qué causales hay que evaluar en los puestos de trabajo. Entre estos factores, dispone prestar atención a las posturas forzadas, los movimientos repetitivos, la manipulación de cargas, las vibraciones, la carga térmica y los factores psicosociales, entre otros. La Resolución establece también que todas las empresas deben implementar un Programa de Ergonomía Integrado, desde la identificacion del riesgo, hasta su posterior evaluacion, clasificacion e implementacion de las correspondientes medidas preventivas y correctivas. Y además, marca los pesos máximos que un operario puede levantar en su jornada. — ¿Y qué grado de conocimiento existe sobre esta regulación en las empresas? El problema no es que no tengamos marco legal. El problema es que no está difundido. Los trabajadores no tienen idea de que esta ley existe y los proteje. Tampoco saben que están expuestos a estos daños, y los empresarios tampoco están informados, pero tanto unos como otros se enteran de las consecuencias de la falta de ergonomíaa en sus vidas: los empresarios por los costos en baja de productividad, ausentismo y juicios laborales, y los trabajadores en el deterioro de su calidad de vida. Resta entonces preguntarse porque las ART, que deben difundir y prevenir a sus clientes sobre esta problemática así como del marco legal vigente, no hacen nada desde hace ya diez años. – -¿Porqué cree que sucede eso? Creo que es imposible desconocer la cuestión. Pero en la práctica, observamos cada día cómo los empresarios y las altas esferas gerenciales abren los ojos asombrados cuando les planteamos que existe una resolución que enmarca legalmente este tipo de riesgos, o que hay pesos máximos permitidos par la manipulacion manual. Es el mismo asombro que manifiestan cuando les llega la notificación de una multa por no tener implementado el Programa de Ergonomía, o el juicio de algún empleado que sufrió daños, en algunos casos irreversibles. Pero los que no desconocen la cuestión son los organismos de control, que brillan por su ausencia a la hora de la prevención de éstos riesgos. Y ni que hablar de las aseguradoras, que lejos de informar a sus clientes acerca de la presencia del riesgo o del incumplimiento del marco legal, en la mayoría de los casos firman en sus visitas a planta indicando que no existe riesgo alguno. Eso es al menos sospechoso. – -¿Cuáles son los problemas ergonómicos más comunes que han detectado ustedes en ámbitos laborales del país? La mayor causa de ausentismo después de los estados gripales, en Argentina y el mundo son los trastornos musculo-esqueléticos. Y la patología que observamos que genera los mayores indices de ausentismo son las lumbares. Luego le siguen las de hombros, muñeca y manos y finalmente en la columna. Más atrás siguen los trastornos en miembros inferiores y aquí encontramos a los trabajadores que permanecen de pie o sentados por extensos periodos sin alternar de postura y sin descansos. Nuestro cuerpo no está diseñado para el trabajo estático, por eso se busca un trabajo dinámico: ni 8 horas sentado, ni todo el día parado.Lo ideal es alternar posturas.
FUENTE | http://noticias.terra.com.ar