La realización de las tareas domésticas supone un gran esfuerzo, especialmente para aquellas mujeres que tendemos a sufrir dolencias en la espalda.
Una lesión severa en la zona posterior del cuerpo puede incapacitarnos para realizar muchas de estas actividades rutinarias. Por esta razón, resulta absolutamente pertinente seguir unos cuántos consejos al respecto a la hora de acometer tareas como planchar la ropa, barrer, fregar los platos, hacer las camas, cocinar, limpiar los cristales o pasar la aspiradora.
Cuidar la espalda durante la realización de las tareas domésticas
1 – Tanto al barrer como al fregar el suelo debemos asegurarnos de que la longitud de la fregona y de la escoba sea suficiente como para que no tengamos que inclinarnos cuando realizamos dichas tareas. Al sujetar los respectivos palos, las manos han de encontrarse entre la altura del pecho y de la cadera y siempre manteniendo dicho utensilio lo más cerca de los pies que sea posible.
2 – Al realizar tareas con las manos como quitar el polvo o limpiar los cristales debemos cambiar continuamente de extremidad para compensar el trabajo con ambas muñecas. También debemos procurar no extender la espalda hacia atrás.
3 – A la hora de hacer la cama, habremos de flexionar las piernas con cuidado y levantar el colchón cuando estemos extendiendo las sábanas de forma que no tengamos que forzar la espalda.
4 – Cuando nos dispongamos a planchar la ropa, la tabla que usemos debe ser relativamente alta, ya que tendremos que ajustarla a la altura de nuestro ombligo. Si vamos a realizar la tarea de pie, resulta cómodo mantener el pie en alto y apoyado sobre un objeto o un reposapiés. Por motivos obvios debemos alternar un pie tras otro pasados unos minutos.
5 – Si queremos fregar los platos después de realizar alguna de las comidas del día, habremos de procurar poner la columna vertebral recta y los codos formando un ángulo de noventa grados con el resto del brazo. Al igual que con la plancha, podemos acomodar la postura usando un reposapiés o un objeto para mantener uno de los pies en alto.
6 – Al hacer la compra, tendremos que procurar no transportar mucho peso a la vez y, de hacerlo, usar un carro, una mochila o bolsas, siempre que repartamos el peso equitativamente entre los dos brazos.
7 – Conviene hacer descansos entre tareas y, una vez finalizadas las labores, realizar unos cuantos estiramientos con el objetivo de relajar los músculos.
FUENTE | http://www.diariofemenino.com/