Pasar muchas horas sentado en la oficina provoca estrés y atenta contra un buen estado físico. Cuáles son las claves para lograr estar más saludable y mejorar el rendimiento en todos los ámbitos de la vida
Horas y horas sentado en el trabajo sin posibilidad de ejercitarse y adquiriendo malas posturas hace que oficinistas y empresarios sean más propensos a estresarse y aumentar de peso. Sin embargo, hay alternativas viables para combatir el sedentarismo y cargarse de energía con pequeños cambios de hábito.
Fijarse metas posibles renueva el optimismo que, junto con las endorfinas y otras sustancias positivas derivadas de practicar deporte, combaten el estrés residual de la jornada laboral. Y, por supuesto, una vida más saludable contribuirá a afrontar el trabajo con más energía y a mejorar el rendimiento en todos los ámbitos de la vida.
Los pequeños objetivos como hacer deporte diariamente no requieren muchas horas de trabajo adicional; de hecho, media hora —lo que dura un entrenamiento de alta intensidad— es un tiempo que cualquier persona puede lograr. Además, establecer compromisos más pequeños aumenta las posibilidades de que se integren al estilo de vida de un oficinista y es sumamente beneficioso.
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Cinco tips para empezar el reto:
1- No permanecer sentado durante toda la jornada laboral
Sentarse durante largos períodos de tiempo está vinculado a un aumento del 50% del riesgo de muerte, literalmente por cualquier causa. Está relacionado con el desarrollo del síndrome metabólico y las enfermedades cardiovasculares. No es cuestión de cambiar horarios para pasar menos tiempo sentado, sino tomar frecuentes descansos, caminar o estirar.
2- Eliminar las bebidas azucaradas
Una lata de gaseosa contiene 150 calorías, y algunas bebidas azucaradas -como el famoso café latte– pueden contener varios cientos más. Suprimir dos latas de gaseosas al día equivale a más de 2.000 calorías a la semana, lo que se asemeja a correr 13 kilómetros. Hay poco o ningún valor nutritivo en estas bebidas, lo conveniente es reemplazarlas por agua o té para sentir una mejora inmediata.
3- Preparar la comida y llevarla al trabajo
Desde la oficina es fácil pedir comida de un restaurante cercano, pero las comidas del restaurante tienden a estar llenas de calorías , y vienen en porciones excesivas. Cuanto más proactivo se es en cuanto a la alimentación, mejor. La sugerencia es dedicar 15 minutos cada mañana a preparar un almuerzo saludable. También se ahorra dinero, lo cual es una ventaja adicional.
4- Llevar colaciones saludables a la oficina
Eliminar las tentaciones en el trabajo llevando meriendas saludables es una muy buena decisión. Pueden ser una opción sana las frutas, los snacks de verduras frescas o almendras y frutos secos. Aportan energía, nutrientes y, por supuesto, una restricción calórica.
5- Hacer algún ejercicio físico tres veces por semana
Puede que no sea el plan favorito, y sin duda trae aparejado dejar de hacer otras cosas más tentadoras después de la jornada de trabajo, pero es esencial realizar un poco de ejercicio físico a la semana. No se necesita un compromiso absoluto, tan solo 30 minutos de ejercicio sirven para mantenerse saludable y conseguir notables resultados en estética y salud. Lo más recomendable es buscar un entrenamiento de resistencia y cardiovascular, como correr o hacer bicicleta. Pero incluso una caminata enérgica es mejor que nada.
Seguir estos consejos puede dar la impresión de no ser suficiente, pero combinados tendrán un efecto acumulativo tanto en el cuerpo como en la mente. Ponerlos en práctica significará que en unas pocas semanas aumentará la energía y disminuirá el estrés, e incluso, se notará una pérdida de peso.