Biocombustibles de algas y la dificultad de implementarlos en países en desarrollo.
Incertidumbres significativas sobre el desarrollo de biocombustibles de algas y la falta de capacidades de investigación y desarrollo hacen de esta potencial fuente de energía una opción inadecuada para países en desarrollo.
Las temperaturas favorables para el crecimiento y las vastas áreas de suelo sin explotar que se encuentran en los trópicos han llevado a especular que esta tecnología podría ofrecer energía sostenible y un impulso económico para el mundo en desarrollo.
Pero un estudio publicado en Energy Policy por investigadores de la Universidad de las Naciones Unidas en Japón, sugiere que los países desarrollados carecen de conocimientos científicos para transformar esos biocombustibles en realidad.
Los biocombustibles hechos de cultivos como maíz y palmeras son una fuente de energía renovable establecida, pero han sido criticados por ocupar mucha tierra cultivable y contribuir al cambio climático. Por lo tanto, el interés reciente se ha centrado en los biocombustibles que no requieren tierras de cultivo, pues están hechos de algas microscópicas que crecen en el agua.
Ahora, los investigadores han analizado la literatura sobre los biocombustibles de algas, destacando las incertidumbres y las preocupaciones relativas a los niveles de producción de energía y la viabilidad comercial de tecnología.
Estas preocupaciones incluyen la necesidad de una producción a gran escala para que sea económica y los altos costos de las plantas e infraestructura. También involucra las incertidumbres científicas relacionadas con variables que incluyen el cómo la elección de las especies de algas, su tasa de crecimiento y el ambiente en el que crecen afectan la producción de energía. Muchas de esas variables son solo estimativas y pueden llevar a proyecciones demasiado optimistas, dice el estudio.
Tras analizar la cantidad de publicaciones en revistas y patentes de todo el mundo, los investigadores pudieron evaluar la capacidad de investigación de los países en desarrollo para hacer biocombustibles de algas.
Mientras entre 1974 y 2010 Estados Unidos y Europa produjeron 70 por ciento del total de investigaciones relacionadas, África y Sudamérica fueron responsables solo de dos por ciento cada uno, a pesar de su ubicación geográfica favorable para el crecimiento de las algas, dice el artículo.
Esto indica que muchos países en desarrollo no están suficientemente involucrados en el desarrollo de esta tecnología potencialmente útil. Los países en desarrollo necesitan desarrollar su capacidad de investigación y marcos legales para apoyar la producción de tecnología patentable, siguiendo el enfoque de economías emergentes como Brasil, China e India.
Teniendo en cuenta el tamaño de sus poblaciones, naciones emergentes como China e India aún producen una proporción bastante baja de las publicaciones mundiales relacionadas con los biocombustibles de algas —tres y cinco por ciento, respectivamente—, aunque lo hicieron mejor que países de África