Salir a caminar, charlar con amigos y apagar el teléfono son algunos consejos que podemos tomar en cuenta después de trabajar
Se baraja un proyecto nuevo, uno tiene un encontronazo con el jefe o surgen problemas con los compañeros por la organización de las vacaciones. Muchas veces al terminar la jornada laboral, la cabeza sigue dando vueltas con cuestiones de trabajo. ¿Qué hacer? Tim Hagemann, terapeuta especializado en estos temas, da los siguientes consejos:
Incorporar ciertos rituales
Lo mejor es tomarse media hora para “desenchufar”. Uno puede salir a correr, caminar o leer un rato. Lo primordial es hacer algo que a uno le haga bien y lo haga entrar en otra órbita.
Tener otra actitud
Muchas personas se distraen media hora, pero después vuelven a pensar en el trabajo. Hagemann asegura que lo central es la actitud. Todo empleado debe saber lo importante que es relajarse por la noche, incluso para poder trabajar mejor al día siguiente. Si la cabeza vuelve al mismo tema, hay que decir “no, ahora no” y apartar esos pensamientos. Es todo un ejercicio.
Tomar apuntes
Si uno se queda pensando porque se avecina un nuevo proyecto, es bueno anotar algunas ideas y luego dedicarse a otra cosa. De ese modo, uno estará seguro de que podrá retomar esos puntos al día siguiente.
Conversar
Las conversaciones hacen bajar mucho el estrés. Muchos tienden a no cargar a otros con sus problemas y tratan de lidiar solos con sus asuntos, pero puede ayudar mucho compartir las preocupaciones con otros o con la pareja durante la cena.
Apagar el teléfono
Es fundamental, porque no hay nada que mantenga más pegado al trabajo como un vistazo en los mensajes o los mails