En la lista de cosas que necesitará el bebé durante los primeros meses no puede faltar el portabebés o el carrito, ¿cuál es la opción más recomendable?
¿Portabebés o carrito? Cuál es la mejor opción para transportar a los más pequeños. Siguiendo las recomendaciones de los expertos, lo más aconsejable es optar por un portabebés ergonómico en lugar del carrito, hasta ahora el método más clásico y utilizado. Y es que el portabebés, como vamos a ver a continuación, tiene algunas ventajas extras que, como padres, conviene conocer. En primer lugar, con el portabebés los niños lloran menos y concilian mejor el sueño. Pero hay mucho más.
Portabebés ventajas
Además de conseguir que se mantengan más relajados, el portabebés favorece la lactancia materna, facilita el desarrollo psicomotriz de los niños y fortalece los vínculos afectivos entre padres e hijos. Lógicamente, el aspecto de la seguridad es fundamental a la hora de elegir el método más adecuado de transporte.
El portabebés debe ser ergonómico y homologado, contando con unas sujecciones adecuadas para la cabeza, sobre todo si el niño tiene menos de 6 meses y se coloca erguido. El padre o madre deben colocarse el portabebés a la altura del pecho, respetando siempre la posición natural del bebe (postura rana).
El portabebés, tal y como constatan los profesionales del Colegio de Fisioterapeutas de Madrid, es una herramienta aliada para ayudar a la curación de la luxación congénita de cadera o displasia. También ayuda a que la cabeza de los bebés se redondee de manera natural, evitando el apoyo constante sobre el mismo lado (cuando duermen en la cuna o cuando van dormidos en el carrito).
Y el portabebés no solo tiene ventajas para el niño, también para el padre o madre que lo porta, ya que por la posición que adopta el niño (pegado al cuerpo y cerca de su centro de gravedad) ayuda a reducir los molestos dolores de espalda. Un consejo: la tela de la parte posterior del portabebés tiene que ir siempre bien extendida. Para prevenir posibles lesiones es aconsejable flexionar levemente la cadera y las rodillas a la hora de bañar o de cambiar de pañales a los bebés, así como una adoptar una postura cómoda a la hora de amamantar.