El “trabajo en la oficina” o “en el escritorio”, suele ser subestimado en lo que respecta a riesgos para la salud.
Según Álvaro Castillo, especialista en salud laboral, el desgaste que sufre el sentido de la vista por la constante y prolongada exposición al monitor es probablemente el principal problema de salud, pero no menos importante es también el problema de desgaste que sufre la columna vertebral a causa de fallas y descuidos en el tema de la ergonomía, (estudio del entorno del trabajo).
Dolor de cabeza o de cuello, adormecimiento en los brazos y dolor lumbar o ciática son algunas de las molestias más frecuentes que sufren quienes pasan muchas horas del día sentados frente a un monitor.
Las hernias de disco son ocasionadas también por malas posturas al sentarse.
El especialista indicó que si un puesto de trabajo de escritorio es utilizado por más de una persona, es muy importante que tanto el sillón como la mesa ofrezcan la posibilidad de regular su altura para de esta forma adaptarse a la estatura y dimensiones individuales de cada usuario. La idea es que cada persona pueda sentarse con la espalda totalmente apoyada en el respaldo del sillón y al mismo tiempo tener las plantas de los pies por completo sobre el suelo.
El monitor debe situarse a una altura tal, en que su borde superior coincida con los ojos del usuario, de tal forma que la cabeza y la vista estén ligeramente inclinadas hacia abajo.
Tampoco se debe olvidar que el cuidado de la espalda comienza en casa e implica agacharse adecuadamente para recoger objetos, ser realistas en cuanto a nuestros límites para alzar pesos y la práctica de alguna actividad física en forma regular.
Si surgen molestias en la espalda o las extremidades se debe acudir tan pronto sea posible a su médico de confianza para el respectivo diagnóstico y tratamiento, mencionó.
Consejos prácticos
Recuerde que por más “ergonómico” que pueda ser un sillón o un escritorio, estos de por sí solos no garantizan evitar problemas en la espalda.
Es necesario mantener al cuerpo todos los días en movimiento, al menos en forma moderada.
Esto significa no permanecer sentado por periodos de tiempo prolongados y más bien ponerse de pie y dar algunos pasos tan frecuentemente como sea posible para estimular la circulación y la irrigación de los músculos y estructuras adyacentes a la columna vertebral.
FUENTE | http://www.opinion.com.bo