Adam Pritzker abandonó en 2013 su trabajo diario en General Assembly, una plataforma pionera en educación digital que él mismo cofundó, para embarcarse de lleno en un proyecto tan ambicioso como aventurado:Assembled Brands.
Pritzker, uno de los once multimillonarios surgidos de la famosa cadena de hoteles Hyatt, designó como directora creativa de su nuevo emprendimiento a Vanessa Traina, hija de la escritora de bestsellers Danielle Steel.
Desde un amplio loft en el barrio Soho de Nueva York, ambos llevan adelante la empresa que se propone ser el primer conglomerado de marcas de moda de Estados Unidos. Assembled Brands se define a sí misma como “una compañía que proporciona experiencia, talento y desarrollo de negocios a diseñadores emergentes para convertir a sus marcas en importantes y duraderas”.
El joven emprendedor Pritzker, de tan sólo 30 años, utilizó parte de su fortuna para invertir en la empresa de comercio electrónico Speed Commerce. Su intención es que los productos de lujo comiencen a venderse a través de Internet; una costumbre poco arraigada en ese mercado.
Con la intención de posicionarse en la venta online, Prtizker fundó The Line, el sitio web que ofrece los productos de su start-up. Dentro de las marcas propias que lanzó la compañía, se encuentran:
Protagonist
Una colección prêt -à-porter fina que apunta a renovar el armario de la mujer moderna. Se destaca por sus líneas precisas y la sutileza de sus formas. La firma busca incorporar novedad a los estilos clásicos y así dar lugar a piezas versátiles. Se define como una “una marca diseñada por mujeres, para mujeres”.
Tenfold
Una boutique de accesorios para el hogar diseñados con materiales refinados. Se distingue por su variedad de artesanías, que van desde piezas de talante antiguo a utensilios que sobresalen por su extravagancia moderna. Con estilo minimalista por excelencia, pretende convertir la casa en un lugar donde la decoración se ubica en primer plano.
Además de la venta minorista de piezas de moda, Assambled Brands ofrece servicios a diseñadores emergentes que conciernen tanto lo financiero, como lo logístico y digital. La compañía apunta a asesorar proyectos que no superen en sus ganancias los dos millones de dólares anuales y, de ese modo, crear un conglomerado fuerte. “Una marca no necesita ser un éxito rotundo para que todo el conjunto funcione“, explicó Pritzker en una entrevista a The New York Times.
Una apuesta riesgosa
Assambled Brands se propone lograr lo que hasta el momento nadie pudo en la historia de la moda estadounidense: crear un conglomerado de marcas de lujo que domine el mercado.
LVMH
El ejemplo insignia de este modelo de negocios, que aún no tiene un competidor de peso, es el grupo francés LVMH, que aglomera más de 60 marcas alrededor del mundo. Además de moda, también cubre otros mercados como los vinos y licores, relojes y joyería, y artículos de cosmética.
El conglomerado surge a partir de la fusión, en 1987, de Louis Vuitton y Moët Hennessy, la casa más célebre de fabricantes de coñac. Entre sus firmas se destacan Louis Vuitton, Givenchy, Céline, Pucci y Fendi, entre otras. El presidente de la compañía, Bernard Arnault, es el decimotercer hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, con un patrimonio superior a los 37 mil millones de dólares.
Richemont
En el ámbito de los relojes y las joyas, resalta el grupo Richemont, fundado en 1988 por el sudafricano Anton Rupert. La compañía se asentó en Suiza y acaparó marcas hasta transformarse en un verdadero imperio. Entre sus firmas cuenta con, por ejemplo, Cartier, Van Cleef & Arpels y Jaeger-Le Coultre.
Inditex
Fuera del mercado del lujo, funciona Inditex, el grupo multimarca de diseño y distribución textil. La empresa española tiene entre sus filas a Zara, que es su principal fuente de ingresos. Además abarca, entre otras, Bershka, Stradivarius y Pull and Bear.
Su fundador, Amancio Ortega, escaló hasta la cuarta posición del ránking de los hombres más ricos del mundo de 2015. Su fortuna alcanza los 65 mil millones de dólares.
A diferencia del grupo LVMH, el empresario Pritzker no tiene interés en comprar marcas ya establecidas, sino que busca crear su propia firma de moda.
Aunque es consciente de la dificultad que implica introducir marcas nuevas en un mercado abarrotado, remarcó: “Estamos especialmente entusiasmados con la idea de crear experiencias inigualables tanto en la venta online como presencial para clientes exclusivos”. Y añadió: “Creo que nadie más lo está haciendo”.
FUENTE | http://www.infobae.com/