El café, además de ser un estimulante del sistema nervioso central que mejora el desempeño cognitivo, disminuye el riesgo de tener enfermedades cardiovasculares, previene la diabetes 2, protege de la demencia y aporta una serie de nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo, afirmaron especialistas.
“La cafeína funciona como estimulante del sistema nervioso central porque inhibe los receptores de adenosina, que es una de las señales que fabrica el cerebro para indicar que hay fatiga y que las neuronas deben disminuir su actividad”, explicó el científico Diego Golombek durante un evento organizado por la Cámara Argentina del Café.
Además de inhibir la fatiga, esta infusión mejora el sistema de alerta, la concentración y el estado de ánimo debido a sus efectos sobre otros neurotransmisores, como la dopamina y la noradrenalina. “Como combinación de todo lo anterior, mejora nuestro desempeño cognitivo general”, dijo el científico.
Entre los usos médicos del café, Golombek mencionó que es “ayudante” en tratamientos para la migraña por sus propiedades analgésicas, que aunque se registran en dosis muy altas, permiten disminuir el consumo de algunos medicamentos que tienen efectos secundarios.
También se utiliza, “aunque experimentalmente, para tratar problemas respiratorios, sobre todo la obstrucción de los bronquios o la traquea, y cierto tipo de Parkinson”, continuó.
Según Golombek, el café asociado a grandes cantidades de agua funciona también en el tratamiento de los cálculos biliares y, además, hay evidencia de que es un “protector contra la demencia, como una patología generalmente relacionada con la edad”.
La nutricionista Andrea Rochaix afirmó que “el consumo regular de café está relacionado con menos probabilidades de enfermedad de Parkinson, cirrosis y ciertos tipos de cáncer”, y que quienes lo consumen habitualmente “tienen un menor riesgo de tener enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas”.
“Hoy está catalogado como un alimento saludable junto con las verduras, frutas, cereales y lácteos descremados. El consumo de café puede reducir en un 70 por ciento el riesgo de tener diabetes 2, que es una epidemia a nivel mundial”, indicó Rochai y apuntó que las personas que suelen beberlo “son más longevas”.
En cuanto a su contenido nutricional, detalló que sus cantidades de grasas son “despreciables” y que tiene una buena cuota de potasio -mineral que ayuda en la contracción y relajación de los músculos- y una buena proporción de magnesio, responsable del factor protector sobre la diabetes 2.
También aporta “vitamina B3, que reduce el colesterol y es necesaria para quemar carbohidratos, proteínas y grasas. Tres tazas diarias -lo que se considera consumo moderado- aportan el 20 por ciento de la ingesta diaria recomendada de este nutriente”, indicó la nutricionista.
Con tres tazas al día también se cubre el 15 por ciento de la dosis diaria recomendada de magnesio, un componente de huesos y dientes, que además es necesario para la transmisión de impulsos nerviosos y para el funcionamiento del corazón.
Por último, Rochaix afirmó que el café tiene antioxidantes, sustancias que protegen a las células de enfermedades causadas por las agresiones del medio ambiente, y ácidos que modulan la flora intestinal porque alimentan las bacterias “buenas” de ese órgano.
“En nutrición no hay un único elemento salvador, hay que apuntar a un equilibrio, y en ese equilibrio entra el café”, concluyó.
De la charla “La salud y el café ” también participó el cardiólogo Ricardo López Santi, quien aclaró que no hay relación entre el consumo de la cafeína, en cualquiera de sus formas, y las arritmias, aunque aumente la frecuencia cardíaca.
“Si consumimos café de manera moderada disminuimos riesgos de tener eventos cardiovasculares, y no se ha podido establecer que su consumo excesivo esté relacionado con este tipo de enfermedades ni que tenga otras contraindicaciones”, dijo el especialista.
FUENTE | http://www.telam.com.ar