Un selecto grupo de países del mundo dominan el conocimiento y las modernas herramientas tecnológicas que permiten fabricar satélites y ponerlos en el espacio.
Entre las naciones que han logrado desarrollar ese “saber hacer” está la Argentina, que enfrenta ahora el desafío de demostrar que más allá de los cambios de gobiernos el país está lo suficientemente maduro como para sostener a largo plazo proyectos de envergadura de este tipo.
Desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación se anunció que este año se volcarán 2.900 millones de pesos, y desembolsos anuales por el mismo monto hasta 2027 para impulsar, en el marco del Plan Espacial Nacional, el armado y la puesta a punto de satélites de baja órbita.
La noticia era muy esperada entre los distintos actores de la prometedora industria espacial local ya que sólo siete naciones tienen en órbita un satélite propio (Estados Unidos, Rusia, Japón, China, Israel, India y Argentina) y 11 son las que cuentan con la capacidad para construir estos sofisticados equipos.
Cabe aclarar que la Unión Europea también tiene satélites propios, aunque no pertenecen a un país sino al conjunto de naciones del viejo continente que forman parte de ese bloque económico.
En nuestro país, las inversiones anunciadas estarán destinadas a potenciar los servicios que ofrecen satélites como el Saocom, que se utiliza para observación terrestre, y el Sabia-MAR, un satélite argentino-brasileño que se emplea para obtener información sobre agricultura, ambiente y recursos hídricos. Los fondos comprometidos se utilizarán también para poner operativo el lanzador Tronador II para satélites livianos, el diseño de software y el desarrollo de empresas proveedoras de componentes y servicios.
Si bien, lamentablemente, los anuncios de inversión no contemplan el impulso del Arsat 3, la noticia es alentadora ya que el trabajo que se realizará a partir de la inyección de estos recursos incrementará el conocimiento que vienen acumulando los técnicos argentinos que trabajan en el complejo industrial espacial.
Según señalaron los responsables del área de Proyectos de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), los avances logrados en el país demuestran que se está en el camino correcto, ya que en la actualidad los paneles solares satelitales y los instrumentos de navegación a través del Sistema de Posicionamiento Global, más conocido como GPS, son íntegramente fabricados en el país, cuando hace unos pocos años atrás ésos y otros componentes del satélite eran importados.
La Argentina ha logrado dar pasos concretos y fundamentales en este campo, y hoy el país tiene capacidad para ofrecer servicios satelitales útiles en la gestión de emergencias, salud, educación, el agro y el cuidado del ambiente, entre otras actividades.
A su vez, la industria ha dado lugar al surgimiento de unas 70 pequeñas y medianas empresas que proveen componentes y partes para los satélites, generando unos 1.700 puestos de trabajo. Así, hoy el 70 por ciento de los satélites que se fabrican en el país tienen mano obra local y se espera que en poco tiempo más el proceso que implica la construcción de estos equipos sea íntegramente argentino.
Cabe recordar que, además, este año se puso en marcha en la Universidad Nacional de San Martín (UNSaM) que tiene su campus en la zona norte del Gran Buenos Aires, la primera carrera universitaria de ingeniería espacial de América Latina para formar profesionales con alta calificación en la industria espacial.
Más de un centenar de jóvenes comparten en esa casa de estudios los conocimientos en mecánica orbital, diseño de sistemas espaciales, en subsistemas de satélites y sensores remotos, tecnologías de los lanzadores y de los transportes espaciales, y de sus respectivas instalaciones de tierra para el seguimiento y apoyo de las misiones al espacio.
La carrera tiene una duración de cinco años y medio y cuenta con una fuerte orientación en ingeniería de sistemas complejos, lo que también posibilitará a sus egresados aplicar sus conocimientos en diferentes disciplinas de la industria nacional.
El país debe consolidar la industria espacial a través de inversiones de ésta que se acaba de anunciar y con el apoyo a la formación de profesionales capaces de generar nuevos conocimientos en este campo.
FUENTE | http://www.diarionorte.com