¿Alguna vez te has preguntado para qué sirven las salas de descanso? Muchos gerentes, responsables de Recursos Humanos y directores empresariales pensarán que invertir un presupuesto y espacio para zonas “vacías” en las que no se hace nada no tiene ningún beneficio.
Veremos a lo largo de este artículo por qué éste es un pensamiento erróneo y hasta qué punto los espacios reservados exclusivamente a descanso son una apuesta para las empresas.
Compartirás conmigo que un empleado normal y común necesita tomarse breves descansos de vez en cuando. Para rendir mejor, el ser humano precisa desconectar de la actividad que esté realizando en ese momento para que cuando vuelva a seguir con ella regrese con las pilas recargadas. Estar muchas horas seguidas frente al ordenador no es fructífero y al final sólo supone un desaprovechamiento del tiempo.
Aunque bien es cierto que hay trabajadores que son capaces de permanecer y rendir 5 horas seguidas sin desconectar, saber que disponen de la posibilidad de descansar en esa zona de relax, genera en su cabeza una sensación de distensión y bienestar. Sabe que, si llegado el momento lo desea, puede acudir a ese lugar.
Por otro lado, están las personas que producen muchísimo en pocas horas. Hay ocasiones en las que algunos trabajadores en 2 horas son capaces de hacer el trabajo que otra persona tardaría 8 horas en realizar. A pesar de ello, este tipo de trabajadores necesita de las 6 horas restantes para intercambiar ideas, trabajar en equipo, descansar o relajarse. Así que, de una manera u otra, es tiempo que está invirtiendo en hacer mejor su trabajo.
Las salas de relax fomentan el intercambio de ideas entre los trabajadores
Está demostrado (y la experiencia personal lo confirma), que muchas veces las mejores ideas o el impulso que nos faltaba para arrancar en esa tarea surge de una reunión o encuentro casual con compañeros de trabajo mientras mantenemos una banal conversación. ¿A quién no le ha pasado alguna vez que ha obtenido su idea estrella para un trabajo o un enfoque interesante a partir de una reunión espontánea con los colegas de trabajo?
Otras veces también puede surgir de nuestra propia imaginación estando en solitario. Y es que dedicar pequeños espacios y tiempo para nosotros también es necesario y útil. Reservar un espacio para que en tu empresa puedan germinar grandes ideas, da margen al trabajar para producirlas.
Las salas de descanso pueden ser muy diferentes: zonas en las que comer un tentempié o un refrigerio, zonas de trabajo y conversaciones entre compañeros, e incluso espacios equipados con divanes para que el trabajador pueda dormir un rato.
¿A quién no le ha pasado alguna vez que tiene tanto sueño que no es capaz de concentrarse en la tarea que está realizando? Echarse una breve siesta puede ser la solución para después poder continuar con la actividad.
En todo caso, a cualquier trabajador le gustará levantarse de su silla durante unos minutos, despejarse, estirar las piernas… Hoy en día son muchas las empresas que empiezan a contar con una zona de descanso, ya que resulta fundamental para mantener el nivel de productividad.
Como ves, reservar unos metros cuadrados para que el trabajador descanse nunca va a ser una pérdida de dinero, ni en ningún caso un desaprovechamiento del espacio. Recuerda que el trabajador es tu bien más preciado y házselo saber: un trabajador feliz es un trabajador productivo.
FUENTE | http://www.lambdatres.com/