Te contamos las 4 claves en decoración que impulsan la productividad del trabajador: Un buen diseño, que inspira, Estética que transmita la filosofía de la empresa, Marca personal, Los colores y la iluminación.
1.Un buen diseño, que inspira
Este punto se refiere al buen gusto y al cuidado con el que se han diseñado las instalaciones de la empresa. Quizás no sea necesario que tenga toboganes, gimnasio o sala de juegos, pero tampoco deben llegar al extremo opuesto. Tus oficinas deben cumplir unos requisitos mínimos, que “entren por el ojo”, que inviten al trabajador a sentirse a gusto y cómodo y ahí la estética y los elementos decorativos son fundamentales.
2. Estética que transmita la filosofía de la empresa
Esto a priori puede resultar obvio, pero no lo es tanto. Nos referimos a que si la empresa se vende al cliente como una organización moderna, juvenil y rompedora, el trabajador tiene que sentir esos valores en el equipamiento de las oficinas a través de la decoración, de los cuadros, de las alfombras, de los objetos… y viceversa. Deben ser resultado de un equilibrio entre lo que dicen y lo que son. Si no es así, seguramente el trabajador verá que sus expectativas no se corresponden con la realidad y esto repercutirá en la productividad de su trabajo.
3. Marca personal
Aunque no siempre es necesario, en ocasiones el trabajador puede incluir objetos personales en su puesto de trabajo: un cuadro, una planta o un detalle personal son sólo algunas de las muchas posibilidades.
Esta clave sólo es aplicable para los empleados que tengan puestos asignados en la oficina. En los casos de los nuevos espacios de trabajo, como pueden ser el hotdesking o hotelling, el empleado tendrá que conformarse con cambiar la imagen de su fondo de pantalla porque no utilizará durante muchas horas un mismo puesto operativo que, además, no es fijo.
4. Los colores y la iluminación
Aquí entran en juego múltiples factores, no sólo el productivo: la estética, las tendencias…y aunque hay unos mínimos indispensables de iluminación (tanto natural como artificial) que nuestro espacio de trabajo debe cumplir, vamos a señalar algunos detalles cromáticos que podrían ser útiles para aplicar en tu empresa.
En el uso del color la gama y la tonalidad que utilices para tu empresa afectará mucho en el rendimiento de tu plantilla. No abuses de los colores negros ni de los colores llamativos, como el rojo, verde o rosa. Tampoco es recomendable diseñar una oficina de un único color, como el blanco, por ejemplo, pues tendrá una apariencia muy formal e incluso apagada. Lo ideal es utilizar un color de base claro, y añadir, a través del mobiliario o de la decoración, pequeños toques de color que den vida al espacio de trabajo sin llegar a atosigar o a saturar mentalmente al empleado.
Como puedes ver, hay muchos factores decorativos que interfieren en la productividad del empleado. El diseño de oficinas ya no se trata exclusivamente de acondicionar espacios para que el trabajador únicamente trabaje, si no que se busca intentar que el trabajador se sienta más que cómodo, feliz, e incluso mejor que en su hogar.
FUENTE | http://www.lambdatres.com/