Los riesgos ergonómicos son una de las mayores preocupaciones de los responsables de las oficinas. De hecho, la mayor parte de las bajas laborales y del absentismo se produce por problemas relacionados con la espalda, la postura y las articulaciones. Las empresas que invierten dinero en tener un buen plan para prevenir todas estas enfermedades y dolencias obtienen recompensas a corto y largo plazo, mejorando el bienestar y la productividad de sus trabajadores. Pero, ¿cómo se evitan los riesgos ergonómicos en oficinas?
El problema es habitual en todos los espacios en los que se permanece sentado durante demasiado tiempo. Las soluciones pasan por una buena prevención que se contemple en un plan específico que incluya formación para los trabajadores. A veces mantener una buena postura depende de saber cómo se hace más que de no tener las herramientas adecuadas para hacerlo. Por otro lado, tanto el mobiliario como los espacios laborales deben haber sido creados teniendo muy presente la ergonomía y la comodidad del trabajador para proporcionarle el máximo bienestar.
Cosas a tener en cuenta para evitar los riesgos ergonómicos
Plan de riesgos laborales: Es necesario que la empresa tenga desarrollado un plan de riesgos laborales adecuado al sector en el que se engloba. Aunque este plan es obligatorio por ley, sería recomendable que el apartado de riesgos ergonómicos estuviese bien desarrollado para saber cómo se deben prevenir y cómo actuar en el caso de que se produzcan.
Formación para los trabajadores: La formación es una de las claves a la hora de prevenir los riesgos laborales. De hecho, los cursos especializados y charlas específicas que ayudan a los trabajadores a entender cómo sentarse correctamente frente al ordenador, así como la importancia de los descansos activos y del cambio de postura son beneficiosos para prevenir una gran parte de las dolencias relacionadas con la ergonomía.
Mobiliario adecuado: Disponer de un mobiliario adecuado a las horas que va a pasar el trabajador en su puesto laboral es importante para que los riesgos laborales ergonómicos se reduzcan. De hecho, en el diseño de la oficina se debe estudiar cuidadosamente este aspecto para garantizar el bienestar físico de los empleados desde el primer momento.
Cambio de postura de forma frecuente: El mobiliario y el diseño de espacios deben fomentar el cambio de postura para evitar sufrir contracturas, agarrotamientos y otras dolencias musculares por permanecer quieto demasiado tiempo.
Espacios en la oficina adecuados para el descanso: La oficina debe contar con espacios que permitan a los trabajadores poder tomarse un descanso y practicar lo que se conoce como descanso activo. En este caso es muy recomendable poner en marcha estrategias de creación de espacios de soft seating en los que se puedan hacer tareas cotidianas no necesariamente relacionadas con el trabajo, trabajar y desconectar en el mismo lugar.
Asegurarse de tener un plan adecuado para prevenir los riesgos ergonómicos supone una importante inversión de dinero porque en muchos casos requiere de rediseño del propio espacio laboral. Sin embargo, las empresas que se lo han tomado en serio han encontrado muy buenos resultados. Además, actualmente la ley obliga a tener un plan de prevención avanzado siempre que se tengan trabajadores por cuenta ajena contratados e incluso se ha hablado de bonificar en positivo a las empresas que reduzcan los problemas relacionados con este tema. Por lo tanto, si todavía no has pensado en contemplar este tema en tu próximo proyecto, es buen momento para replanteártelo.
FUENTE | http://www.lambdatres.com
