El país asiático busca explorar la teleportación entre el espacio y la superficie terrestre.
El gigante asiático lanzó en la madrugada de hoy el primer satélite experimental de comunicación cuántica, con el cual se busca explorar el intercambio de información a prueba de ataques informáticos.
El satélite, llamado ‘Experimentos Cuánticos a Escala Especial’ (Quess, por sus siglas en inglés), pesa 600 kilogramos y dará una vuelta a la Tierra cada 90 minutos luego de entrar en una órbita sincrónica con el Sol a una altura de 500 kilómetros, de acuerdo con la agencia oficial de noticias Xinhua.
Mediante el satélite, apodado ‘Mozi’ en honor a un filósofo y científico chino del siglo quinto a.C., China planea adelantar investigaciones relacionadas con la teleportación y formas de comunicación a distancia imposibles de interceptar o copiar.
Para ello, el Quess utilizará un sistema de fotones (una partícula del campo electromagnético) para enviar las claves de encriptado necesarias para decodificar la información. Los datos contenidos en estos fotones son imposibles de interceptar, pues cualquier intento de espionaje provocaría su autodestrucción, afirma Xinhua.
Aunque los científicos han demostrado la eficacia de la técnica para transmitir mensajes en distancias relativamente cortas, los obstáculos técnicos sitúan fuera del alcance hasta el momento las comunicaciones a larga distancia.
El satélite intentará enviar datos cifrados entre Pekín y Urumqi, la capital de la región de Xinjiang (noroeste) situada a casi 2.500 kilómetros de distancia.
La operación necesitará que el satélite esté orientado de una manera extremadamente precisa hacia las estaciones receptoras situadas en la Tierra, según Xinhua. “Será como lanzar una moneda desde un avión que vuela a 100 kilómetros de altura y esperar que caiga exactamente en la ranura de un cerdito hucha en rotación”, explicó a la agencia el responsable del proyecto, Wang Jianyu.
El satélite fue lanzado desde el centro de lanzamiento de Jiuquan, en el desierto de Gobi (noroeste de China), mediante cohetes propulsores Larga Marcha 2D. La misión del Quess durará dos años.
FUENTE | http://www.eltiempo.com/