El INTI forma parte de un consorcio público-privado que pondrá en marcha un sistema de generación distribuida utilizando energía solar y eólica. Ahorro y autoproducción, las ventajas de un esquema replicable, con perspectivas de extensión en el país durante los próximos años.
Con el propósito de diversificar la matriz energética, en la ciudad santafesina de Armstrong se está implementando un Proyecto de Redes Inteligentes con Energías Renovables (PRIER). Esta ambiciosa iniciativa apunta a la idea de la “generación distribuida” como nuevo paradigma, a partir del cual una comunidad o un individuo pueden generar parte de la energía que consumen utilizando fuentes renovables.
Se está avanzando en la construcción de una planta Fotovoltaica (FV) de más de 200 kW en el parque industrial de la ciudad, y en la instalación de sistemas de baja potencia (solares fotovoltaicos y aerogeneradores) en distintos emplazamientos residenciales urbanos y espacios públicos. El criterio de selección para estos últimos se basa en distintas consideraciones técnicas, como la ubicación geográfica, la orientación, las sombras y los tipos de techo así como la capacidad de la subestación, entre otras variables.
Las compras de equipos que corresponden a las instalaciones de la planta FV y de techo se realizaron a empresas locales, y actualmente se están llevando adelante las adquisiciones de equipamiento para medición en campo y en laboratorio. Para ello se promueve la participación de fabricantes y proveedores nacionales, tanto del sector solar como eólico, impulsando así el desarrollo de la industria local e incentivando el comercio interno.
El proyecto comenzó a principios de 2016 y se extenderá durante los próximos tres años, período en el que se pondrá a punto una red de generación distribuida utilizando energías renovables. Su puesta en marcha está a cargo de un consorcio asociativo público-privado que integran el INTI, la Facultad Regional Rosario de UTN, y la Cooperativa de Provisión de Obras y Servicios Públicos y Crédito Ltda de Armstrong. El aporte del Instituto está centrado en la evaluación técnica de los productos, el diseño de las instalaciones y los estudios técnicos.
Para lograrlo está previsto incentivar un programa de sensibilización, comunicación y capacitación en diferentes niveles para promover una mayor participación de la población local en el proyecto bajo el concepto de `prosumidores´. En ese sentido se desarrollará el know how necesario para modificar las estructuras dominantes de las redes de distribución, para que posean un rol activo, no sólo en lo que respecta al consumo de energía sino específicamente a su producción.
“El desafío es identificar los aspectos relevantes que aseguren los modelos de replicabilidad del proyecto que fomente la generación distribuida de energías renovables en el plano nacional”, explicó Gustavo Gil, coordinador del Programa de Energías Renovables del INTI. Y agregó que actualmente el universo de replicabilidad es amplio y concreto: prioritariamente se identifican en Argentina unas 418 cooperativas que distribuyen energía eléctrica, entre otros servicios, a más de 2.405.779 de usuarios. “Sólo en la provincia de Santa Fe, existen 59 cooperativas eléctricas, que con un marco normativo técnico adecuado serán objeto de los resultados del proyecto”, aseguró el experto.
Así mismo, desde el INTI se está colaborando en un proyecto de ley nacional para asegurar un marco normativo que asegure los incentivos necesarios para que cada usuario pueda generar energía eléctrica con fuentes de energía renovable.