Muchos trabajos requieren estar sentados varias horas seguidas, normalmente delante de un ordenador. Si no mantenemos una buena postura ni unos buenos hábitos, el sentarnos mal puede comportar graves problemas de espalda, incluso con importantes consecuencias al cabo de los años.
Seguramente has padecido alguna vez dolores cervicales o lumbares, ¿no es así? Además, los médicos coinciden en que también se aumenta así la eficiencia y la motivación en el trabajo, disminuye la fatiga y se incrementa el bienestar general. Aquí te damos una serie de consejos y precauciones que debes seguir para cuidar la salud de tu espalda.
En cuanto a la silla: Respaldo no muy alto. Este tipo de asientos no se pueden ajustar a la columna. Es importante que se pueda graduar de manera que lo adaptemos a nuestra espalda, no demasiado rígido, sino que permita cierta flexibilidad, moviéndose en pequeños ángulos sobre una posición fija. Debe tener una ligera curvatura.
Y que tampoco sea demasiado ancho por la parte superior, ya que sino resta movilidad a los brazos.
La altura de la silla también debe ser regulable, para poder ajustarla a la nuestra.
El asiento, giratorio y estable.
No conviene que el asiento tenga brazos. De ser así, estos no deben chocar contra la mesa.
Evita los asientos demasiado blandos. Lo importante no es estar cómodos, sino mantener una buena postura.
Para saber si la altura de la mesa es la adecuada pon las manos sobre el teclado y asegúrate que los brazos estén en posición horizontal.
En cuanto a cómo sentarnos: Debemos sentarnos con la columna vertebral bien recta y apoyada al respaldo de la silla.
Los hombros deben estar en paralelo al plano frontal, manteniendo así el tronco recto.
Los brazos deben formar un ángulo de 90º en el codo con los antebrazos.
Es aconsejable que dejemos las manos relajadas.
Hay que mantener las piernas ligeramente abiertas, y doblarlas en la rodilla, formando, igual que en los brazos, un ángulo de 90º.
Además estira y dobla alternativamente las piernas.
Si es posible, es muy aconsejable el uso de un reposapiés. Si no, basta con tener la planta de los pies totalmente apoyada en el suelo y en ángulo recto respecto a la pierna.
El sedentarismo excesivo también es uno de los principales causantes de los dolores en la espalda. Por eso es recomendable ir cambiando de postura y levantarse cada cierto tiempo. Es mejor hacer varios descansos de curta duración que uno largo.